Ayer, día 8 de diciembre, el colectivo farmacéutico celebraba su patrona, la Inmaculada Concepción, la cual también es patrona de los veterinarios y de la infantería. Como es común los estudiantes la celebramos con el tan afamado Sainete… ¿Pero de dónde viene esta entidad? ¿Siempre ha sido ella? Más allá del conocimiento científico está la cultura y aquí va un poquito de Historia de la farmacia.

La Inmaculada Concepción es una advocación de la Virgen María. Realmente en un principio los patronos de farmacia eran san Cosme y San Damián, que eran SANADORES. Cosme era hábil en la aplicación de las técnicas quirúrgicas y Damián prefería la elaboración de las medicinas, sufrieron martirio por no renunciar a su Fe cristiana. Quizás en la Ilustración cambiaran de patrona; pues en el Reino de Castilla, existía en Madrid desde la Baja Edad Media, la Cofradía de san Lucas y de Nuestra Señora de la Purificación y en el Siglo XVII se constituyo la Cofradía de Nuestra Señora de los Desamparados, ambas exclusivamente de farmacéuticos, evolucionaron de fines piadosos a profesionales, se unieron y durante el primer tercio del Siglo XVIII (Ilustración) Constituyeron el Colegio de Farmacéuticos de Madrid.

Pero si miramos en el diccionario el significado de PATRONO su definición es "protector celestial elegido por un pueblo, congregación o colectividad”. De donde se puede deducir, que se acude a ellos buscando su protección y en el caso de los farmacéuticos, se fueron a lo más alto, a la Madre de Jesús, por lo que no tiene que existir una relación directa profesionalmente entre el colectivo y la divinidad. Esto puede ser debido al tiempo histórico, la Ilustración, que coincide con la Contrarreforma y la Inquisición.