viernes, marzo 07, 2008


AEROPUERTO


A veces solo hay que parar 5 minutos para dase cuenta que alrededor nuestra se desarrollan varias entramadas, historias que perfectamente nos pueden pasar a nosotros mismos, historias que posiblemente algún día viviremos… desearemos vivir.


El último beso acompañado de una lágrima de separación, el cálido y taquicárdico abrazo de una madre alejada, la espera del solitario y serio ejecutivo en cuya mente solo hay un deseo: el anuncio de la llegada del vuelo IA2432...


Visto desde la lejanía podría tratarse de uno de los mejores actos teatrales jamás vistos; pero no, entre bambalinas la cosa cambia, tú eres tu propia escenificación, descubres que tú eres un personaje más, una emoción más que se expresa aún no queriéndolo, un café terminado.


Buscando el fin del texto jamás escrito, la improvisación de nuestra mente… Fatídico, la escena no tiene salida, las cortinas se vuelven muros infranqueables, no se puede evitar, el personaje se apodera de tus movimientos… ¿Qué es lo que realmente nos intimida? ¿Ser un personaje o vernos como personaje? ¿Descubrir que somos parte del sistema o descubrir emociones de uno mismo?

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