NO ME LLAMES ASESINO, LLÁMAME VERDUGO.


- Mamá estoy embarazada.
- ¿Cómo es posible? Ahora te vas a destrozar la vida, siendo tú tan joven.
- Quiero abortar.
- ¡Tú estas loca! ¿¡Cómo le vas a matar a ese pobre infeliz que llevas dentro!?


A veces es difícil pensar que vivimos en pleno siglo XXI, que la sociedad ha avanzado, que la iglesia ya no es el mayor poder sino otra institución menos primitiva. La aceptación de muchas costumbres antes nunca pronunciables pero aún queda una astilla y de las grandes… el concepto de muerte.

Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra matar significa (entre otras acepciones) “Quitar la vida a un SER VIVO” y “Causar molestias, dolor o sufrimiento a una persona”. De estas dos definiciones hagamos una comparación entre aborto y otras actividades que se pueden ver junto al verbo matar o ligados a él.

Por una parte tenemos la actitud NO BORTO POR FALLOS O DESCUIDOS, ¿cómo matar a una criatura que no tiene la culpa de nuestros actos? Tenemos que hacernos cargo de nuestros fallos y no podemos echarnos atrás. En parte pues es lógico, ya hemos creado “algo” porque no es una vida únicamente un feto pero ya se creó. Da igual que el niño de mayor sea un drogadicto porque se haya tenido que criar en la calle por la no disponibilidad de los padres, no vamos a “matar” un feto. Lo más gracioso es que esta gente ve los toros (en el que no se quitan vidas, no que va), aceptan y piden la ejecución de esos malvados asesinos (que no son vidas).

Continuemos con la actitud NO ABORTO BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA, el acto sexual únicamente es para reproducirse no para obtener placer. El preservativo bajo ningún concepto, antes contagiarse del SIDA que “abortar con el plástico”. Si no podemos realizar el acto sexual para desahogar nuestras necesidades de testosterona y demás sustancias necesitamos recurrir a otras actividades como puede ser la masturbación pero si este grupo también entiende que un feto es una vida, ¿n espermatozoide no lo es? ¡Somos todos unos asesinos! Para colmar la cosa, tenemos que recordar que esta gente no es vegetariana, ¡No! ¡Matan a fetos de animales! ¡Matan a animales!


Pensemos y reflexionemos si nosotros somos más que otras especies, si realmente cometemos un asesinato y por ultimo, ¿merece vivir bajo cualquier circunstancia?

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LOS NÚMEROS

Cuando los empezamos a conocer los asociamos a formas que no son compatibles con las letras, dos cosas muy distintas. A medida que avanzamos en nuestro conocimiento aprendemos que a veces entre dos números hay más números y que las líneas también forman parte de este conjunto. Por último aprendemos que las letras también son números y es entonces cuando uno se plantea “¿Tantos años pensando que un número es eso, un número y ahora me dicen que una x equivale a un 8?”. Es frustrante pero uno se adapta.

Lo peor viene después, en la escuela de la vida, allí aprenderemos que da igual la forma del número, su importancia… solo importa su valor. Es mejor el que posee 100 que el que posee 50, da igual lo que sea pero siempre valoramos el que más posee, el más grande. Ejemplo práctico; hemos ganado un concurso y nos dan a elegir una vivienda de 150 metros cuadrados y otra de 40 metros cuadrados, sincérate contigo mismo y responde ¿Cuál elegirías? Probablemente habrás escogido la de 150 metros alegando que una de 40 es penosa respecto al espacio. Ahora pensemos, ¿Cuál está mejor situada?, ¿Cuál está en una zona menos conflictiva?, ¿Quién nos asegura que la que hemos elegido es la que más felicidad nos aportará?

Posiblemente si este planteamiento lo hubiese expuesto un escritor o incluso el rey que únicamente lee el papel de su discurso sería aplaudido y vitoreado; si lo hubiese dicho una persona de 30 años hubiese sido escuchado por todos; si lo hubiese dicho un joven universitario de unos 23 años hubiese sido escuchado por sus compañeros más cercanos: por último, si yo, un chaval de 17 años, lo hubiese recitado en un bar o en una plaza pública… ¿Sería escuchado? Lo más seguro es que la gente sin apenas oírme pasarían de largo alegando que soy un niño. Resultado del estudio, a mayor valor del número mayor importancia de la persona.


“Triste época la nuestra en la que más fácil desintegrar un átomo que superar un prejuicio”

A. Einstein

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Hola, bueno para los que no me conoceis pero os habeis animado a entrar e incluso a conocerme, me llamo Cristian (prefiero Krist con T final), tengo actualmente 17 años aunque en fotos no sé por qué pero me echan más (revisense la vista).

Mi signo zodiacal es cáncer, nací un 22 de julio y pues por lo poco que sé de mi nacimiento fue rapidito y como es normal doloro (en eso me alegro de ser hombre).

Estudio 2º BACHTO (comienzo este año, ahora el 14 de septiembre), y loq ue más me gusta en el instituto es joder ( y no como a ella le gustase) a Ana Karen, desde aqui aprobecho querida para avisarte que auqnue este año el Consejo Escolar se renueve ni tú ni ninguna pelagata entrará.

Bueno gente, espero que opinen en mis entradas, algunas más interesantes que otras pero en general mi vida, UN RECUERDO.

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