BIANCO E PERFECTO

El sabor de esa última copa aún en la boca, las marcas de las hendiduras del sofá en la espalda y los restos de nicotina aún visibles en los dedos… Un nuevo día acaba de comenzar. Sentir la presión de los chorros del agua sobre la cara mientras el tan agridulce café se prepara y se anuncia con su profundo olor…

Camino andado y camino por andar, una presencia. Olores que hablan con el silencio, olores que simplemente recuerdan el por qué, la misión y la finalidad. Me libero de toda carga: te respeto esperando un respeto.

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Aún se puede sentir tu cuerpo húmedo… Como la suave brisa que ondea la ropa mis manos recorren tu cuerpo, la gente observa, habla… No importa, ambos conocemos las reglas del juego. El momento crucial, caigo en la cuenta de que todo lo que había pensado e imaginado se queda vacío, sin sentido; He comenzado, posiblemente en otras circunstancias me hubieses tachado de frío pero no, te hablo y te acaricio como ninguno… Te abres a mí y me muestras lo que quiero ver. Representas la belleza de lo inerte, yo simplemente puedo sumirme en ello… Como el mayor de los tesoros hallados te cubren y te privatizan. Yo me despido, posiblemente no nos volvamos a ver jamás…