68 pulsaciones, 76 pulsaciones, 90, 102, 135… 48, 30, 19… sin pulsaciones. ¿Cuándo termina? ¿Dónde comienza? ¿La vida es simplemente una línea recta que a capricho de algo que teóricamente nos pertenece sube y baja?
La media de vida de un ser humano es de 29.200 días, equivalente a 80 años, de los cuales 234.240 nos recomiendan dormir. Pensar en un reloj que marca el fin, un reloj que no se detiene… Llegar el día en el que llevándonos los dedos a la muñeca no notemos nada, no oigamos el pum pum…
Muchos de nosotros solamente tendremos una oportunidad, entonces ¿Por qué no hacerlo? ¿Por qué no tirarnos de cabeza? A veces es tan fuerte el latir que no es necesario oscultación alguna, el pulso se me eleva a niveles anómalos para caer en picado rozando la pasividad completa. Estoy loco, lo sé, no me importa admitirlo. No es común: que más da…
Correría aún no viendo la luz, traspasaría los lamentos y los gritos, todo con tal de conseguirlo pero… ¿Y si me topo con un muro de dura y maciza piedra? ¿Y si malgasto la arena de mi preciado reloj?
Dicen por ahí que la vida se puede acabar en cualquier momento y que cuando el telón debe bajar debemos aceptarlo pues haber conocido y no haber accedido es de tontos y no conocer de ciegos. Entonces ¿Por qué no hacerlo? ¿Por qué me parece que soy el único que quiere? … ¿Por qué no me ayudas?
martes, febrero 19, 2008
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3 comentarios:
Fijate si es bella, que nos permite medirla, ¿cómo se puede medir el tiempo que dura, o el espacio que ocupa en una vida, el beso que queria recibir?. Bella la vida que nos permite, poner arena en el reloj, cuando solo de nosotros depende dejarla caer o acariciar cada grano conviertiendolo en nuestro. Un saludo y bonito blog
no estás loco...simplemente eres fascinanate.
Gracias por tu visita Jose, igualmente a ti lector anónimo.
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